La residencia permanente, conocida popularmente como «green card», es un estatus migratorio que permite a un extranjero vivir y trabajar legalmente en los Estados Unidos de manera indefinida. Los titulares de la green card disfrutan de muchos derechos similares a los ciudadanos estadounidenses, incluyendo la capacidad de trabajar en cualquier empleo legal, acceder a beneficios, protecciones sociales y la libertad de viajar dentro y fuera del país. Sin embargo, no pueden votar en elecciones federales y su estatus puede revocarse por incumplimiento de obligaciones o la comisión de ciertos delitos. La obtención de la green card puede lograrse a través de diversas vías, incluyendo el patrocinio de familiares directos o preferenciales que sean ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes, ofertas de empleo en áreas de demanda, asilo o refugio, la lotería de visas de diversidad, habilidades extraordinarias, educación avanzada, o ser víctima de ciertos crímenes o tráfico humano. Los requisitos específicos varían significativamente según la categoría de solicitud. El proceso generalmente implica la presentación de una petición o solicitud, la aprobación de la misma, y, si el solicitante se encuentra en Estados Unidos, un ajuste de estatus; si está fuera del país, un procesamiento consular para obtener una visa de inmigrante.